Bob Dylan surgía en la primera mitad de los años 60, erigiéndose muy pronto en el portavoz de toda una generación políticamente comprometida. Convertido en ídolo del folk y de las llamadas "canciones protesta", fue haciéndose un nombre en la escena musical de la época donde se consagraría como uno los autores más prometedores de aquel entonces con discos magistrales como The Times They Are A-Changin´ de 1964.
Sin embargo, y a pesar del éxito cosechado en sus primeros trabajos, Bob Dylan quiso dar un giro radical a su carrera. Desde el festival de folk de Newport, en 1965, hasta su mítico concierto en el The Royal Albert Hall de Londres, en mayo de 1966, se presentó la doble cara del artista, que no gustó a muchos de sus acérrimos seguidores, por lo que ellos entendían una traición a su música.
En este contexto de amor-odio hacia el autor, Dylan da su concierto en The Royal Albert Hall . La primera parte del mismo complacía a sus admiradores en una sesión acústica, solo con su guitarra e inseparable armónica Interpretando temas como Desolation row, Just like a woman o Mr. Tambourine man.
Sin embargo, la segunda parte del concierto supuso su ruptura con el Dylan anterior al aparecen en el escenario con su banda e interpretando canciones de un rock eléctrico. Muchos fueron los improperios que se dedicaron a Dylan desde el público, pero especialmente recordado será el grito de: ¡Judas!. Entre un barullo de abucheos y aplausos dispersos, Dylan respondió con un "no te creo, eres un mentiroso" para dar la orden a su banda, The Hawks (después llamados The Band), de que emprendiera con fuerza una versión de Like a rolling stone conmocionada y orgullosa que supuso la culminación del concierto.
A pesar de la división de opiniones que generó este cambio, esta claro que favoreció al propio Bob Dylan que ha seguido editando discos para el recuerdo y se considera uno de los artistas más influyentes del siglo XX.
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